“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”(Juan 16.24)

*Meditación**”Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”* (Juan 16.24)*”Pedid y recibiréis”*. Los hombres debieran siempre orar sin desmayar. Los que más oran son los que más aliento tienen para orar. Su testimonio es: «Amo al Señor, porque Él ha oído mi voz».I. Las promesas. Son:1. SEGURAS (Jn. 16:23). «De cierto, de cierto os digo.» Pensad en Aquel que prometió. Yo, que he hecho los cielos y la tierra. Yo, que tengo toda potestad. El Testigo fiel y verdadero, el Dios que no puede mentir, el Señor tu Redentor.2. SENCILLAS (Mt. 7:7). Las declaraciones aquí son tales que las puede comprender un niño. Cuán lleno de gracia es nuestro Dios al poner unas verdades tan grandes y misteriosas en un lenguaje tan de niño, tan diferente de la sabiduría de este mundo.3. SUFICIENTES. Este «todo lo que pidáis» es ciertamente una puerta ancha y eficaz. Hay aquí suficiente lugar para la vida que es ahora y para la venidera. Su «¿Cuánto más?» (Lc. 11;13) es ciertamente suficiente para asegurarnos de su voluntad de dar. Todas las promesas son «Sí y amén» en Él.*II. Las condiciones*. Como las promesas, son llanas y simples. Que nosotros:1. PIDAMOS (Mt. 7:7). Como hijos, tenemos que dar a conocer nuestras peticiones de una manera infantil.2. PIDAMOS AL PADRE (Jn. 16:23). Vuestro Padre sabe que tenemos necesidad de estas cosas. Tenemos libertad de acceso. ¡Qué privilegio!3. PIDAMOS EN EL NOMBRE DE JESÚS. Recordemos siempre que este nuevo camino es a través del velo rasgado de la carne del Redentor, pero acudamos con libertad.4. PIDAMOS SEGÚN SU VOLUNTAD (1 Jn. 5:14, 15). Si la Palabra de Cristo mora ricamente en nosotros, entonces pediremos aquellas cosas que le agradan a Él.5. PIDAMOS EN FE (Mr. 11:24). El que a Dios se allega es necesario que crea. «Elías era hombre de sentimientos semejantes a los nuestros, y…. oró, y el cielo dio lluvia.» Cree, y verás.6. PERMANEZCAMOS EN ÉL (Jn. 15:7). La rama que no permanece en la vid no tiene necesidad de orar para ser llena de la savia. Buscando su gloria, podéis pedir lo que queráis, y os será hecho.7. QUE NUESTRO CORAZÓN NO NOS CONDENE (1 Jn. 3:21, 22). Es posible –y, ay, tan común– pedir con los labios lo que el corazón nunca espera. Él no nos responde según la longitud y anchura de nuestras peticiones, sino por nuestra fe.

Usamos cookies para mejorar su experiencia en nuestro sitio web. Al navegar por este sitio web, acepta nuestro uso de cookies.
0
    0
    Carrito
    Su carro está vacíoRetornar a la tienda
      Apply Coupon
      Hello User

      Join Our Newsletter

      Subscribe to the CiyaShop mailing list to receive updates on new arrivals, special offers and other discount information.